Una calle cualquiera.

enero 20, 2012

Observo silenciosa como cada persona transita las calles. El jaleo de unas jóvenes que se acercan por el fondo, dejando atrás a personas curiosas que observan la escena, como yo. Como ríen a voz de grito sin inmutarse de lo que pasa a su alrededor, están viviendo su alegría. Una anciana se asoma al balcón, otra más cotilla aún, abre la puerta de su casa y se asoma a la fría calle de principios de año con un batin azul claro perfectamente abrochado. Las amigas hacen parar el tráfico en medio de la calle sin importarle lo más mínimo. La gente se empieza a molestar y se llena de pitos y gritos. Es ahí cuando se dan cuenta del espectáculo que han dado y avergonzada vuelven a la acera pidiendo disculpas.
Y todo vuelve a la normalidad. Coches que transita la calzada, peatones que esperan poder cruzar la calle, niños que juegan, enamorados que corren uno detrás del otro, gente cargada de bolsas de la compra, ropa o otras cosas que solo ellos saben. Gente muy pintada y otras sin maquillar. Personas con prisas y otras en absoluto. Niños que salen del colegio y todavía llevan la mochila en la espalda mientras que hablan con amigos. 

You Might Also Like

1 comentarios

  1. A veces la gente no es capaz de dejarse contagiar de la alegría de los demás. Yo no habría pedido disculpas por hacer patente mi alegría en medio de la calle.
    Creo que describes muy bien una pequeña situación de la vida, sobre todo lo de las señoras cotillas. Desgraciadamente en este pueblo abundan, y todo se acaba sabiendo. Secretos a voces.
    Un beso, Mentiirae, echaba de menos leerte :)
    P.D.: Me gustaría saber tu nombre real...

    ResponderEliminar