12deFEBRERO.

febrero 12, 2012


Todos los días llegan. Y con los días, llego el esperado. La fecha que todo el mundo espera. Mi cumpleaños. Ilusión, sonrisas, emociones, risas, gente querida, y otra tanta que me falta. Hoy es para dejar los problemas a un lado, al menos para mí. Estar con esa gente a la que quiero y reír sin ninguna preocupación, como una niña pequeña a pesar de la alta edad. Porque me gusta. 
No salió bien lo que tenía planeado, pero otros planes me llegaron, me ilusionaron y los lleve a cabo. Sonreí e intenté disfrutar de estos momentos. Familia, gente querida, amigos... Es día para eso, ¿no?

Desde bien temprano (justo tres minutos antes de las doce), una pequeña tarta me entraba por el gran comedor. No sabía donde meterme. Acto seguido vinieron las felicitaciones de mucha gente, gente que conocía solo de vista, gente que ni siquiera eso, y por otro lado, gente a la que quiero. Un abrazo, dos besos, un felicidades, un gracias... Y muchas risas, nunca demasiadas, pero si muy buenas y con dolor de estomago. Y solo les tengo que decir que GRACIAS.

Pero ahí no acabo la cosa. A la cama y al despertar más. Era el día, doce de febrero. 
Una llamada mientras me maquillaba, unas lágrimas que borraban mi trabajo de unos minutos, pero leer comentarios de felicitaciones subían mis ánimos y las lágrimas las cambie por risas. 
Una felicitación muy importante. Ana Milán siempre sorprende; "felicidades preciosa!". Eso me provocó una inmensa felicidad. Sabía que iba a ser un feliz día, y me quedaré con lo bueno. Siempre lo bueno. 
Una comida en familia. Una tarta. Una copa de "sidra" y... Hola 19.
Una tarde acompañada de buena gente. Los mejores. Y GRACIAS, de nuevo. 
Una cena anulada, más bien un plantón. Pero lo que he dicho antes, con lo bueno. Y lo bueno ha sido pasar una tarde con vosotros tres. Os quiero y mucho. EEV.

¡Hola 19! Gracias a vosotros.

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