marzo 10, 2012


Él tan solo quieres un polvo, y tú no eres chica de una sola  noche. Y ahí está el dilema. Te gusta, le quieres...
Él anda feliz, con sus escasos problemas pero feliz. Sus calentamientos de cabeza por chicas no existen en él. Liga con unas y con otras, se come la boca, se folla a quien le sale de las pelotas y no da explicaciones a nadie. La libertad de no estar con nadie, supongo.Va, se divierte, y vuelve sin más. No lo cuenta a nadie, lo digiere él solo. Está entrenado para callar. 
Jugáis, tonteáis y a la hora de la verdad os rajáis. Tú ríes, él pone la primera escusa que se le pasa por la mente, y los dos os quedáis con el calentón
Quedáis, paseáis, y entráis en el primer bar que os encontráis. Os sentáis y empieza la ronda de chupitos. Un poco pronto, tan solo son las 4 de la tarde. Estáis ajenos a la hora, ajenos a las demás personas que os rodean.
Los dos sabéis que vais a acabar en la cama. Tal vez dos polvos rápidos y adiós, hasta los otros dos. 
Pero ya te da igual, vas tan ciega que te hubieras acostado con el primero que pasará. Llevas un calentón importante provocado por el "tequila" y los rozones por debajo de la mesa, que nadie ha visto, tan solo vosotros dos. La excitación ha subido grado a grado. 
En la cama os encontráis. Repasando cada una de sus curvas. Con la excitación, las ansias de deseo y la borrachera que lleváis, acabáis. Tú te duermes y él aprovecha para desaparecer...

You Might Also Like

0 comentarios