Y no hay nada más perfecto.

agosto 09, 2012

La gente continuaba rendida a los pies de la cama, descansaban para afrontar el día con buena cara. Era verano, agosto, y un nuevo día empezaba. Poco movimiento era el que se palpaba, por no decir ninguno. Para no engañar a nadie, una mujer paseaba por la orilla de la playa; un hombre en bici recorría el gran paseo de colores sin apartar la vista del cielo, ese cielo que cambiaba de colores en pocos minutos y dejaba que el sol lo alumbrara. En cambio, nosotros no habíamos dormido nada. Contemplábamos impaciente la salida del sol, ese "lila amanecer" tan bonito, ese horizonte que poco a poco iba tomando el color del sol. Un sol que salía sin fuerzas pero que las tomaría poco a poco.
La playa de noche es un... ¿Cómo definirlo? La playa de noche es increíble, a mí me encantó, me enamoró. La arena fría, limpia... El agua caliente llega a mis pies al son de las olas. ¡Es una maravilla!
La mente se queda en blanco, los problemas desaparecen y te dejas tranquila. Sí, te dejas tranquila por una vez, solo te centras en lo que tienes delante, pues no hay nada más perfecto

"Con el sol se levantan todos..." El churrero, del puesto móvil, empieza con su trabajo poco a poco. El día empieza y quiere tener el desayuno para los más madrugadores. Nosotros lo esperábamos. 
¿Qué mejor para acabar el día que un par de churros con chocolate
La cama me esperaba allí, en el mismo sitio que la dejé, con su ventanal abierto y las cortinas que se dejaban rozar por el viento, con uno de los sonidos más bonitos que pueden haber... ¡El mar y sus olas! 

Y parece que estás en un sueño, en una película, en una historia contada por terceras personas. Pero te das cuenta que no es así, que no es nada de eso. Que es la vida misma, mi vida, mi verano y soy feliz. 

You Might Also Like

0 comentarios