Punto y final.
julio 15, 2013
Ese largo camino que recorría cada vez que tú me lo pedías... Ese camino que me daba para tanto. Mi cabeza no me dejaba tranquila. Nunca. Intentaba no pensar, dejar la cabeza medio en "blanco" o pensar en cualquier cosa menos eso.
Muchas veces pensé en darme la vuelta, volver y sentarme en aquel banco o algún portal que me invitaba a ello. Pero luego pensaba en la palabra que te dí. En el "sí" que te dije, y entonces debía seguir adelante, hasta ti.
El corazón se aceleraba a medida que me acercaba, las manos me sudaban, y los nervios o mariposas estaban ahí, en mi estomago. Mariposas revolucionadas, alteradas, listas para volar libres.......
Y lo hicieron, volaron libres un año y poco. Con altibajos.
Ahora sé que aquello se acabó. Merezco algo mejor, como tú dices, y es que es verdad. Eso me repetía una y otra vez para conseguir alejarme de ti. Pero me cuesta tanto a mí eso.... Decirle adiós para siempre a una persona... Lo odio. Y más si fuiste especial. Mucho.
Pero se acabó. En mis cajones mentales guardo todo lo que he vivido contigo. Y hoy los he abierto. He recordados los largos caminos que me hacía pasar mi mente y lo rápido que se pasaban los minutos cuando estaba contigo...
Todo se pasa. Como dice mi Milán. Duele, pero se pasa. Y todo lo que sucede conviene. Y como conviene, en parte, sonrió.
Que te vaya bien. Nunca has sido para mí y yo lo sabía, pero creía cosas que nunca pasarán. Adiós.
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