Mi colegio.
enero 15, 2018
Hoy he bordeado mi colegio dos o tres veces paseando. ¿Qué te han hecho? La zona de parvulario es la que más cambios ha sufrido. Han quitado la arena con la que fuimos felices tirándonosla cuando nos peleábamos, con la que llenábamos las ruedas de coches para continuar la marcha, con la que jugábamos a hacer comidas, o con la que hacíamos lluvia porque sí. Esa que me traía yo a casa en los bolsillos, apegada en el cuerpo, en el pelo o hasta en las bragas (todo literal). Pero ahí no acaba, han seguido quitando cosas, una fuente que no iba pero con la que jugábamos o nuestra famosa rampa que tanto nos gustaba soltar las ruedas a ver quién ganaba. Las ruedas también han ido fuera, por supuesto. ¿Pero esos niños que hacen en el recreo? Si no le habéis dejado NADA. En sustitución a todo eso, han asfaltado medio patio, han puesto dos toboganes y un cuadradito minúsculo de arena que no cabrán ni la mitad de los niños. Ah, y han tapado casi todo el contacto que tenían con los mayores. Un triste patio que siento curiosidad por qué harán esos niños cuando toque la sirena para el almuerzo.
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