Un sueño. Un simple sueño lo que puede cambiar, ¿no crees? 


Una noche te acuestas a dormir, y sueñas. Sueñas con unos y con otros. Te despiertas de ese sueño, y te vuelves a dormir. Otro sueño. En él aparece una persona con la cual tuviste algo hace un tiempo. No se llego a nada, pero porque no hiciste caso y pasaste. Muchas oportunidades te dio, y no supiste valorar ninguna.

Pero nada. Reíste y dejaste pasar oportunidades. Y ahora ¿qué? ¿Piensas diferente? ¿Ahora quieres? Pues ahora te jodes. 


Te enamoraste de una persona que está lejos, y perdiste a un gran chico que no estaba tan lejos. 


Mírate ahora. Amas a esa persona que tiene novia, que juega con unas y con otras, que te hace daño, que quieres decirle, tal vez de una vez, que ya no puedes más, que necesitas más cariños, más mimos. Pero que no lo haces por si lo pierdes, por si deja de hablarte y tú sientes mucho por él. Mucho. 
Pero primero estás tú. ¡Lánzate! Dile tal y como sientes las cosas. Que si se va, es que verdaderamente no merece la pena. ¿Qué aparece alguien con el que hubo algo una vez? Pues inténtalo. ¿Qué no puede ser ahora? Pues esperale. ¿Qué no lo tienes claro? Pues sal a la calle, ponte guapa y busca a alguien que te valore y que te quiera, que seguro que alguien habrá. O vive la vida con tus amigas. ¿Qué mejor que una tarde de risas con esas personas que te quieren y les quieres? 


Solo una cosa, vive la vida como si no hubiera mañana, haz lo que quieras hacer en cada momento y no pierdas oportunidades, porque la vida son dos días y tal vez mañana no aparezca otra nueva oportunidad. Disfrútala al máximo. Sé feliz.