La cita con su amiga.

junio 18, 2012

Del blog de Irene Montalà: blogs.woman.es/mesbaisersvoles
-Tengo que hablar urgentemente contigo. Necesito que me aconsejes que puedo hacer. Le he dado un millón y medio de vueltas y sigo sin saber que hacer.... Sí, sí, los sentimientos que siempre están por el medio.... No, bueno en realidad sí, pero también tiene que ver con otra persona más....... Sí. Mejor nos vemos esta tarde y te lo cuento..... Vale, está bien, en la heladería....... Allí nos vemos. 
La hora se acercaba y ella estaba cada vez más nerviosa. Sólo tenía que contarle a su mejor amiga aquello que le había quitado el sueño durante toda la noche, eso que no dejaba de darle vueltas... El problema es que ella todavía no lo había exteriorizado, lo llevaba en silencio, en absoluto silencio, sólo lo había compartido con su vieja almohada. 
Sin darse cuenta se estaba arreglando para la cita con su amiga. Se puso muy guapa, pues una vez escucho que cuando tienes algo muy importante que hacer, ayuda lo mona que te pongas y eso hizo. Vestía unos pantalones vaqueros largos (aunque estaban en pleno agosto), una camisa blanca y sus grandes tacones blancos que había comprado en un viaje por Italia el verano pasado. Se maquillo un poco y se perfumó, regalo de un ligue que ni ella misma recordaba. Se asomo al espejo con timidez, sonrió y salió corriendo. Pues ya debería de haber salido hacía varios minutos. 
Cuando llegó, su amiga, como era de esperar, allí estaba cogiendo mesa y pidiendo al camarero la carta para hacer tiempo. Consiguió llegar a la mesa donde estaba su amiga. El camarero se acercó con la carta pero siquiera la miraron, pidieron y se volvió a marchar. La charla empezó.
-Sabes perfectamente en que lío ando metida, ¿verdad? El chico con situación difícil, ¿recuerdas? Pues ayer, otro chico me invitó a tomar algo con él y yo accedí encantada. La cuestión es que yo no dejaba de pensar en el otro, pero para serte sincera se me olvidó en alguna ocasión. Estuve demasiado bien con este otro chico, cariñosos sin llegar a nada, pero cariñosos. Y ya sabes como soy, que me monto una película de la nada, pero no sé... Luego, en mi casa pensando y dándole vueltas a todo, llegué a la conclusión de que con el chico de la situación difícil no había estado nunca así, en plan cariñoso. Y parecía tener claro lo que debía de hacer o lo que quería hacer, ya ni lo sé, pero...- El camarero en ese momento vino con el pedido que habían hecho anteriormente. Ellas no intercambiaron palabra alguna con el camarero ni el camarero con ellas, se alejo conforme vino...- Pero... Me he vuelto a hacer un lío. Y me siento como una mierda por esas idas y venidas mías con él, quieras que no le hago daño de una forma u otra. ¿Me entiendes? Ya no sé que hacer con nada. He pensado en alejarme de todo y todos, de aislarme y dejarme de estos royos que no llegan a ninguna parte... De dejar descansar a mi cabeza, que falta le hace ya, que está saturada. 
Su amiga, que había seguido el hilo de todos sus pensamientos y que sabía perfectamente lo que sentía por cada uno de ellos, almaceno esta última información y que al acabar de escucharle, continuaba callada sin saber que decir. Los minutos pasaban y su amiga seguía sin decir nada, se limitaba a beber de su horchata mediana que le había pedido al camarero, bastante guapo por cierto. 

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