Disfrutando.
julio 23, 2012
Nosotros en cambio pasamos de largo, dejamos la churrería atrás, nuestros planes eran otros. Cogimos sitio en la puerta de una panadería, que para suerte de la dueña, estaba a rebosar gracias a las fiestas.
Eran las 6 de la mañana, las seis y pico más bien, y las risas continuaban estando presentes en nosotros. Encuentros, besos fugaces, carcajadas y tiempo para descansar un poco los pies, que luego nos lo agradecieron para la vuelta a casa. Las tonterías todavía seguían con nosotros, recordábamos batallitas de esa misma noche, risas que producían otras risas y que estallaban en carcajadas que oían la gente de alrededor y de más allá. Nosotros somos así, cuando reímos, reímos a carcajadas escandalosas.
Unos cruasanes con chocolate, unas tortas recién hechas y poco más para acabar la noche y reponer fuerzas.
El cielo amanecía y nosotros nos retirábamos. El día empezaba y para nosotros acababa, la cama nos esperaba allí donde la dejamos, los pies lo pedían.
Y así van las fiestas, esas que esperamos durante todo el año y que luego se nos pasa volando... Todavía quedan, y pensamos aprovecharlas todo lo que podamos. Felicidad.
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