Quien mueve el mundo.

febrero 02, 2013

Cuando baje de ese avión, observe a mi alrededor. Era cierto, estaba en París. No sé si eso era buena idea o no. Yo había salido de mi ciudad para olvidarme de él y ahora estaba aquí, rodeada de parejitas felices subiendo y bajando de los pisos de la Torre Eiffel cogiditos de la mano... Enferma me puse. Luego, poco a poco me fui acostumbrando y me gustaba ver a la gente feliz y enamorada. Al fin y al cabo, el amor es quien mueve el mundo. Así que me dejé llevar y disfruté.
Llevaba la mejor compañía, mi cámara de fotos. 
Guardo imágenes demasiado bonitas de mi viaje. Parejas abrazadas debajo de la gran torre, amigos que compartían viaje y diversión, amores que paseaban cerca del Sena... Guardo una imagen muy curiosa y de lo más bonita. Una pareja de ancianos que vivían su amor como dos adolescentes, que se morían el uno por el otro y que desprendían una ternura especial. Según me contaron, París les unió. Se conocieron allí y desde entonces no se han separado nunca. Volvieron a París para que el Sena les viera por última vez, para que las calles por las que empezó su amor, los recordará, y no los olvidará nunca. "Los médicos le dieron cinco meses de vida", me contaba la mujer entre lágrimas. "Teníamos que venir aquí para recordar como empezó todo, para que la ciudad viviera con nosotros nuestros últimos días, para poder alargarle un poquito más lo que le queda, recordando lo felices que fuimos por este París. Él se me va, se me escapa... Me abandona, me deja...Y yo no puedo hacer nada... Nunca me lo habría imaginado, y ahora, lo tengo que vivir..."
Yo misma me puse a llorar con ella. No tenía palabras para consolarla. Creo que no las hay. Cuando es el amor lo que te falta, lo que se va, ninguna palabra, por buena que sea, te puede animar.
Conocí a otras parejas, sus historias contadas por ellos mismos, es lo que tiene hacerse pasar por novelista que se está documentando para sus novelas...

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