Gracias.
noviembre 26, 2015
Hoy me alegro de que no estés. Hace unos meses largos que te fuiste por... No sé cuantas veces ya te has ido y has vuelto y esta vez, me da igual que vuelvas que no. No, no. No vuelvas. Una al final llega a acostumbrarse a todo, aunque a veces parezca que no. Y esta vez, algo en mi interior me dice que ya no, que ya no quiero creerme tus mentiras a pesar de saber que no son verdad. Ya no quiero ser un monigote en tus manos. Ya no quiero nada tuyo. Ya no quiero llorar por las noches mirando por mi ventana para que me consuele la reina de la noche, la luna. Ya no quiero obsesionarme por tus últimas horas de whatsapp y por si estás en línea y no me hablas. Ya no quiero suplicarte por un poco de cariño.
Los planes, cariño, se fueron al traste. ¿No dicen que las palabras se las lleva el viento? Y mira que viento que hace ahora, irán por Cancún como mínimo. Pero ya no duele.
Estoy orgullosa de mí. Orgullosa por no echarte de menos como un día lo hice. Orgullosa por saber lo que quiero y lo que no, y eso, querido, eso te lo debo a ti. Mira por donde que aún te tengo que dar las gracias. Pero es así.
Gracias por hacer que me quiera. Gracias por hacerme abrir los ojos. Gracias por enseñarme lo que quiero. Gracias por enseñarme a saber como no quiero que me traten, y por el contrario, a como sí quiero que me traten. Gracias por irte y no volver. Gracias por lo que soy hoy.
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