Un día imaginas y otro lo escribes y sigues inventando. Eso es lo que hice con la entrada anterior. Un día mi cabeza imagino que volvía a aparecer y al otro día lo escribí inventando de más en el momento. Hoy vengo a contaros que a veces, lo que se imagina, sucede. Sí, lo que leéis. 

Ayer mi whatsapp sonó y ni siguiera me di cuenta de ello, estaba demasiado entusiasmada con otras cosas, con la vida, la vida sin móvil. Y cuando quise coger el teléfono, había una notificación, era él. "¿Me habría leído? Pero es un poco imposible, ¿no? Bueno pero es que ahora comparto mi blog por otras redes sociales, así que tan imposible no es". Le contesté con un "hola, ¿cómo estás?" y se fue poniendo interesante la conversación.

Pero... Si algo no ha funcionado ya, no esperes que vaya a funcionar más tarde. Lo que no funciona no funciona. Y solo faltó unos pocos minutos de más, entablar conversación y... Nos echamos muchas cosas en cara, nos volvimos a enfadar y esta vez, me adelante y dije adiós yo, él simplemente dijo perfecto y así acabó nuestra conversación.

Creo que ya lo había comprendido antes, pero ahora se reafirma y sé, que lo nuestro no va a ninguna parte, nunca ha ido no iba a ir ahora. Él no da su brazo a torcer, yo... Yo ya lo he dado muchas veces y ya estoy cansada. Así que no hay más.

Es cierto, que durante la conversación pensé que igual era mejor que no hubiese aparecido, luego lo confirmé. Cuando él está en mi vida me noto un poco "chof", un poco apagada, no sé si me explico ni tampoco sé si es realmente así. Es más bien que me siento, ¿qué no soy yo del todo? Es algo raro que no sé explicar. Espera, espera, creo que es que estoy demasiado pendiente a que esté bien, a que todo vaya medianamente bien, o me afecta demasiado las cosas que me puede decir o dejar de decir. Algo así.

Yo desde siempre he sido bastante alegre, siempre sonreía, pero creo recordar que desde que apareció él he ido para abajo. Igual estoy exagerando un poco, pero bueno. Lo bueno es que esta vez no me afecta, anoche dormí del tirón y hoy al despertar no ha sido lo primero en lo que he pensado, así que para mi, ya es suficiente.

Pensé, que el chico que siempre tiene una sonrisa para mi, que busca hacerme reír, le da mil vueltas a este que solo hace que hacerme daño y eso de sacarme sonrisas se le paso de moda hace mucho. Así que, el bueno lo tengo cerca, el que ayuda, el que es servicial... El otro día le vi acompañando a una señora ayudándole con la compra. ¿No me digáis que una persona así no enamora?