Agosto, querido.
agosto 31, 2016
Querido agosto, te cogí de la mano de madrugada y nos fuimos a bailar a la playa, las olas rompían fuertemente y nosotros nos relajábamos pisando la fría arena y esquivando a los trabajadores que allí se hallaban limpiando.
Te saqué a pasear por las noches mientras el mundo dormía plácidamente en sus camas o en camas ajenas. Te llevé a cenar, cenas que acaban demasiado tarde y se juntaban con el vaso de leche de antes de dormir. Te llevé a ver más amaneceres en la playa, porque sabes que me gustan, porque sabes que nos gustan, porque es un poco de nosotros.
Querido agosto, te di mis mejores tardes, tardes que se alargaban demasiado y acababan a la madrugada y tú, tú querido, me los has recompensado tanto... Este año te has portado tan bien que me cuesta soltarte de la mano para que te vayas a ese sitio donde se van los meses que se acaban, a ese sitio donde os vais de vacaciones para coger fuerzas para el año que viene.
Agosto, querido, te espero.
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