Puzzle negro.

septiembre 20, 2016

Le he escrito tanto, de tantas maneras habidas y por haber... Le he hablado tanto a esa personas que durante tantos años ha tenido mi corazón y no ha sabido cuidarlo como merecía. Que ha jugado con él como le ha apetecido en cada momento, que lo ha estrujado, arañado, pisoteado, escupido... Que lo ha cortado a trocitos pequeñitos sin importante lo mucho o lo poco que iba a doler. 

Y duele, duele mucho. Cuando me quise dar cuenta estaba llena de sangre y de pedacitos que no sabía como arreglar. Era como un puzzle oscuro que ninguna pieza unía bien. Pensé que ya nada se podía hacer, pensé que me iba a quedar así para siempre. Pero me equivocaba.

El cielo tuvo que llorar mucho a mi lado y la luna me abrazaba fuerte todas las noches. Tuve que mimarme mucho y recordar poco. Y con tiempo y paciencia me fui recomponiendo, unía mis piezas negras cuando la luna venía a visitarme. Ella me recordaba lo que a mí se me olvidaba tan rápido, me ayudaba con la paciencia y me daba fuerza cuando yo flojeaba demasiado.

La reina de la noche me ha enseñado a que nada es para siempre y de todo se sale. Me está ayudando a acabar el puzzle porque todavía queda bastante pero ya me visita menos y me abraza porque nos queremos. La relación con el cielo es distinta, me sonríe y ya no llora conmigo, me guiña un ojo y hasta nos reímos de esas malas noches.


You Might Also Like

0 comentarios