Un corazón para cada una.
enero 10, 2017
Poco a poco nos adentramos en este 2017 sin darnos cuenta, solo los que a menudo escriben fechas o miran mucho el ordenador, que ese numerito a cambiado. Vamos sumando años, vivencias, experiencias, aprendizajes, amores, amistades... Un suma y sigue de toda la vida.
Pues bien, estas navidades, regalé un tatuaje que haríamos más tarde. Una vivencia, una experiencia rodeada de hermanas. Algo nuevo para todas. Y como ya sabemos, todos los días llegan, y ayer fue el día señalado en nuestro calendario para marcarnos la piel. Las tres.
Quedamos unos minutos antes en el lugar, los nervios avanzaban por momentos y las risas estaban aseguradas como siempre. Un bote de coca-cola y un humo que ponía más nerviosa todavía, una decisión a última hora, a lo loco y para toda la vida. Un poco así es nuestra amistad, llena de locuras, de risas, de improvistos y mucho cariño.
La maquinita sonaba y la tinta entraba en nuestra piel poco a poco y una por una. La desesperación nos invadía y las ganas por verlo aumentaba cada vez que el hombre paraba la máquina. ¿El dolor? El dolor pasa a un segundo plano cuando la ilusión y las ganas se palpan. Está bien, duele un poco, pero a malas penas. Lo nuestro, en realidad, no es nada y lo es todo.
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