La mona.

abril 19, 2017

-¡Hola amiga de viajes! 
-Va por la ruta más rápida.
-Gracias.
Así empezaba nuestro día de mona, camino a Banyeres de Mariola en busca de bonitos lugares para enamorar a nuestras retinas y llenar instagram de fotos verdes y cascadas fantásticas. Esa era la idea, pero las fotos las dejamos para un luego que nunca llegó y las cascadas se perdieron y nunca las encontramos. A pesar de eso, pasamos un buen día rodeadas de verde, agua de río y paisajes que enamoran.
Atravesamos monte, anduvimos mucho, mucho, mucho, saltamos el río, nos metimos dentro, vimos una serpiente de agua con la cual querían hacerse un selfie, comimos en el suelo, nos vinimos con más seres vivos con nosotros, una hormiga quería mi coca cola, hice fotos, menos de las que quería, nos engañaron, nos quedamos sin agua y casi morimos a la vuelta, mi propia hermandad quería matarme de sed, me quemé mucho, cuando llegamos queríamos agua, mucha agua. Sobrevivimos. Hicimos cadena para no caernos y nos reímos mucho de todo.
Lo mejor de todo fue pasar el día con ellas. 

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