En azul verdoso.
octubre 04, 2017
Me he levantado a las ocho y diez. ¿Dónde iba yo tan temprano si no tengo nada que hacer? Dicen que son de los nervios del viaje, y no voy a decir yo que no, porque es lo que tengo en mi cabeza a todas horas. Me levanto y me acuesto con el mismo pensamiento. ¡Me quiero ir ya!
Tengo una larga lista hecha de todos los sitios que me han recomendado y otros muchos donde quiero ir. Pero no sé, estoy pensando en echarme al césped con vistas a la Torre Eiffel con unos macarons de vainilla y quedarme allí sin hacer nada y disfrutar. También es un buen plan, ¿no? Creo que me lo voy a tomar con calma.
También puede ser que como llevo ya unas cuantas horas despierta de aquí para allá sin parar de hacer cosas y estoy cansada, miro la lista tan larga y... Pero bueno, seguro que me da tiempo a todo o si no... No pasa nada.
Aparto la vista de la pantalla y miro el calendario, ese que me hace este año como agenda, y veo esos dos días en los que pone PARÍS en azul verdoso y... Todavía no soy consciente de que en nada estaré allí. Solo hago que sonreír nada más de pensarlo.
¡GRACIAS!
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