una noche de noviembre...

noviembre 21, 2011





-Y no sé si lo mejor sería eliminarte de mi vida.
-Yo ya sabes lo que pienso... No quiero que me borres.


Así empezaba una larga conversación de enamorados. Dos enamorados en la distancia. Un amor imposible, un amor lleno de dolor, de angustia... Un amor cabezota que quiere seguir ahí por mucho daño que haga, por mucho daño que ya haya hecho. Un amor ciego. 
Que ese tonto cupido, no suele acertar, no suele hacer que dos personas se enamoren y se quieran, y que cuando lo hace, la distancia se la pasa por el forro. ¿Por qué le dan ese trabajo si no lo sabe hacer bien?  ¡Qué busquen a otro! 
La noche transcurría y cada vez más lágrimas derramaba la chica. Le dolía


-No llores por él, boba, no merece la pena.


Y a ella le daba igual lo que le decían. Seguía con su cabezonerío y seguía llorando a lágrima tendida. Sola. Una habitación vacía, una ventana bajada.
La luna en su sitio lo contemplaba todo desde la distancia colándose curiosa por los abujeritos de la ventana. Nadie la había llamado, nadie la había invitado a contemplar esa escena. Esa luna curiosa, silenciosa en una noche de noviembre... 

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2 comentarios

  1. Creo que ya te he comentado alguna vez acerca de mi experiencia con las relaciones a distancia, por lo que no insistiré.
    Sólo digo que las lágrimas sólo deben ser derramadas cuando merece la pena y, por lo que dices, una relación dañina no las merece.
    Por otro lado, no es necesario que nadie te invite a contemplar las pequeñas bellezas del mundo. Basta conque subas la persiana y te sientes junto a la soledad para disfrutar de la luna. A veces no hay mejor compañera que ella cuando de reflexionar se trata :)
    Un beso y ¡ánimo!

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