Ayer a las dos, una sorpresa entraba por la puerta de mi casa. ¿Que quién era? Pues una gran amiga que se perdió por el camino este verano, pero que por fin ha regresado por navidad (jaa,jaa).
Preparé yo la comida, hice algo rápido, tan rápido que unos fideos sabor a pollo se quedaron duros. Recalenté comida que había dejado mi madre por la nevera. Mi hermana y ella se sentaron a comer mientras que yo estaba liada con los fideos que quedaron duros. 
Después me reuní con ellas y les serví los fideos. Les llené los platos, pero fueron la gran mayoría a la basura.


- Come, coño, que tampoco han salido tan malos...


Como buena ama de casa, cuando mi madre no está, les dije que quitaran la mesa y yo me iría a fregar. 
Saqué unos "Donetes" para acabar con ellos y sobro uno. ¿Qué paso con él? Pues imaginaos; yo fregando, ellas riéndose. Me contagiaron de esa risa y me dieron el "Donete" ellas, yo tenía las manos ocupadas con los platos. 
Me dieron para que lo mordiera, después me hicieron morder más sin haber acabado de tragar el bocado que tenía. Acabé con el "Donete" entero en la boca, riéndonos las tres y yo sin poder tragar... Me ahogaba con él. Ni salía, ni entraba. Allí embutido todo en la boca, riéndome con ellas... Acabé tirando gran parte de ese rollito de chocolate a la basura, quitándome masa de la boca, poder tragar algo y no desperdiciarlo todo.